jueves, 24 de mayo de 2012

Odiosa Deuda


por Jorge


Vivimos en un país endeudado. El Estado, las comunidades, los ayuntamientos. Sufrimos una sociedad endeudada. Las empresas, los bancos, las familias. No se trata, creo, de repetir los datos ya conocidos. No soy un estadista experto. Nunca se me han dado bien las matemáticas. Creo que más que con las cifras hay que quedarse con los conceptos: deuda pública, la menor de todas, engordada artificialmente desde hace poco tras emplear dinero público en sofocar la deuda privada.

Esta deuda, la privada, es muchísimo mayor que la pública, pero también se puede dividir entre familiar, empresarial y financiera.

Los bancos y las grandes empresas que cotizan en bolsa son las responsables gran parte de la deuda privada y, por lo tanto, de la deuda total de nuestro país. Sin embargo son las que menos temen dicha deuda: mientras que a las personas se las condenan al paro, la precariedad, los desahucios y los recortes sociales, todo ese ahorro que para los grandes estadistas supone empobrecer a la población, se gasta en salvar los grandes beneficios de los causantes de la crisis.

Se observa, entonces, una relación de estrecha amistad, o dependencia, entre el poder político y el financiero. Los mercados ven ahí una oportunidad fácil, sencilla y rentable de seguir enriqueciéndose y manteniendo el poder. Se aprovechan del pequeño círculo vicioso de la deuda: País da dinero público a la banca, esta compra deuda del país y se beneficia de los intereses. País necesita dinero y vende deuda a la banca. País – deuda – banca – deuda – país. Igual ocurre con las comunidades. Igual ocurre con los ayuntamientos. Igual ocurre con las personas.

¿Deben las personas hacerse cargo de una deuda de la que no son responsables? ¿Deben sacrificar su bienestar? ¿Existe alguna posibilidad real de salir de esta espiral?

Países como Méjico o Estados Unidos usaron, para librarse de una deuda, el término deuda odiosa que, según Jeff King, sería aquella contraída contra los intereses de la población de un país y con el completo conocimiento del acreedor. Para otros juristas como Alexander Sack, las características de una deuda odiosa serían: 1º El gobierno del país recibe un préstamo sin el conocimiento ni la aprobación de los ciudadanos. 2º El préstamo se destina a actividades no beneficiosas para el pueblo. 3º Aunque el prestamista está informado de la situación descrita en los puntos anteriores concede el préstamo -normalmente por el alto interés que recibirá-(1).

Bajo esta tiranía se aboga, como ya se ha hecho en otros países, que esa deuda no se pague y que se responsabilicen de ella los dirigentes y los prestamistas.

¿Regalar dinero a los bancos sabiendo que estos lo usarán para comprar deuda soberana que recibe un elevadísimo interés y con ello se empobrecerá a la población, no sería una deuda ilegítima u odiosa? ¿Trasvasar dinero público de sanidad y educación para benéfico privado no sería también una deuda odiosa? Recordemos que en ningún programa electoral venían escritas estas medidas, por lo que nadie las ha votado.

jueves, 10 de mayo de 2012

Piedras con diferente signo


por David.
Ayer, el Atlético de Madrid se alzó con la Europa League, título que ya conquistó en 2010. Después de la “paliza” que le dieron a los leones, la celebración era de esperar, como ocurre cada vez que un equipo consigue un título de gran envergadura. Hace pocos días, el Real Madrid conquistó su 32ª Liga, y las calles también se llenaron de aficionados, como anoche. 

Pero no vengo a hablar de fútbol, aunque sí sea un tema derivado de éste. En ambas celebraciones, hubo “altercados”. En la del Real Madrid, a la que asistieron cerca de 25.000 personas, se saldó con 15 personas heridas y una persona detenida, por agredir a un agente. En la del Atlético de Madrid, 52 personas fueron detenidas y un total de 37 personas resultaron heridas. Además, 12 agentes de policía resultaron heridos y una decena de vehículos policiales sufrieron daños. No trato de comparar las consecuencias de ambas celebraciones, de a ver cuál fue más “violenta”. 

Sorprende como los medios tachan de”aficionados” a los responsables de estos delitos. Quien se escuda en una bufanda o bajo una camiseta para quemar vehículos, saquear tiendas y hacer barricadas, de aficionado tiene poco. El grueso del tema reside en lo siguiente: recordarán los disturbios en la última Huelga General, que salieron en todos los medios, copando portadas de prensa y siendo titulares en los telediarios. Lo que vengo a decir es que estos disturbios fueron considerados como un problema de orden público, cuando se trataba de un conflicto político y social. 

Un Starbucks ardiendo, contenedores a modo de barricada, escaparates de El Corte Inglés destrozados, que no son causales como lo pudieron ser anoche, sino que tienen su origen, una crisis política y económica que está ahogando a la ciudadanía, por simplificar, y un sentido, dañar todo aquello que “huela” a capitalismo. Hay una frase que resume la idea: "quemar un coche es un delito punible, quemar mil coches es un acto político plausible". 

No hablo de justificar tales actos, eso me lo guardo para mí, sino de la simbología que supone. Y hago uso de una de las frases de la película V de Vendetta para finalizar: “El edificio es un símbolo, como lo es el acto de destruirlo. Los símbolos solo tienen el valor que le da la gente. Por si solo un símbolo no significa nada, pero, si se unen muchas personas volar un edificio puede cambiar el mundo.

P.D: En Navarra, después de la Huelga General del 29 de Marzo, fueron detenidas 30 personas. En Barcelona, tres estudiantes encarcelados durante más de un mes (ahora en libertad) y aún sigue en prisión (preventiva) una sindicalista, secretaría de organización de CGT en Barcelona. Veremos cuantos van a prisión por su particular manera de celebrar las victorias de sus respectivos equipos de fútbol.

martes, 1 de mayo de 2012

Llegó el turno de la universidad

por Antonio
Ahora que parece que la liga de fútbol está decidida y ni Madrid ni Barça han conseguido pasar a la final de la Champions, el país ha encontrado otra forma de entretenerse. El Gobierno ha cogido el gusto a eso de anunciar cada viernes un nuevo paquete de reformas, como si de un espectáculo televisivo se tratase. Que si recorte para arriba, que si amnistía para abajo, la cuestión es crear un encarnecido debate durante toda la semana, hasta que la semana siguiente algún ministro se vuelva a sentar delante de las cámaras para demostrar que al gobierno no le tiembla el pulso.

Pues bien, el 13 de abril le tocaba a la enseñanza universitaria ser la protagonista del nuevo show. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, anunció, acompañado –como no- de la  vicepresidenta Sáenz de Santamaría, que eran necesarios algunos cambios en este terreno, y que para ello convocaba a un “consejo de sabios” para que analizasen la situación actual del sistema universitario, diagnosticaran su enfermedad y propusiesen una “profunda reforma” del mismo. Sin embargo, no debe ser muy importante la opinión de estos gurús cuando el mismo ministro, antes de conocer ningún veredicto, ha planteado a las autonomías un incremento en las tasas de las matrículas.

Las cuentas son sencillas. Hasta ahora, las tasas que cada alumno debe pagar en la primera matriculación son del 15%, lo que no quiere decir que el otro 85% sea gratis, sino que el ciudadano ya lo ha pagado a través de impuestos. El nuevo sistema propuesto plantea que la cuantía de la tasa de la primera matrícula suba al 25% del coste total. Dibujen ustedes en su cabeza una matrícula media, cuyo coste es de 6.000 euros al año. En ese caso, el alumno, que antes pagaba 900 euros de tasas, ahora deberá pagar 1.500 euros. Es decir, un 66% más de lo que pagaba anteriormente.

Pero, ¿cuáles son las consecuencias de esta subida? No es muy complicado darse cuenta que la Universidad pasará a ser un privilegio, sólo al alcance de una parte cada vez más pequeña de la población. Tal vez sea cierto ese discurso que defiende la teoría de la superpoblación en las aulas de las universidades españolas, pero la solución no debe pasar nunca por el filtro de la capacidad económica, sino por el de las aptitudes académicas de los alumnos. El error es perseguir la llamada excelencia entre las clases más adineradas en vez de buscarla entre toda la población. A eso ya estamos acostumbrados en Madrid.

Dentro de  6 meses el ministro Wert anunciará tras un consejo de ministros las reformas propuestas por estos expertos. Hasta entonces quedan muchos viernes, cada uno con su reforma de turno. La pena es que no sea televisado en  prime time, eso sí, en una cadena privada.

jueves, 26 de abril de 2012

La antigua segregación que viene

por Jorge.

La progresiva subida del precio del transporte público; el brutal aumento de las tasas universitarias; la eliminación de derechos sanitarios y la obligatoriedad de pagar más por recetas, ambulancias, etc.; recorte de la calidad (ya admitida hasta por el ministro, que no podía albergar tanto cinismo y ha tenido que expulsar parte de él) en la educación; la reforma laboral que flexibiliza, aún más, la precariedad de los trabajadores. Y paramos. No porque no existan más ejemplos, hay mucho más. Paramos porque creemos que son suficientes para justificar esta antigua forma de desigualdad basada en la segregación.

La segregación es, sobre todo, laboral. La sociedad terciaria (de servicios) dualiza a la sociedad, la polariza entre los empleos cualificados y los no cualificados porque ya no hay oficios ni industria. Los recortes y subidas de precios citados con anterioridad no son más que herramientas que permiten perpetuar esta segregación. No es nada nuevo pues ya la Escuela de Sociología Urbana de Chicago en la década de 1940 investigaba desigualdades estructurales basadas en la disponibilidad de trabajo, mercado de vivienda y en el transporte.

Todo esto, la dualización laboral y los recortes, se pueden convertir en un círculo vicioso de la segregación. Un barrio humilde y azotado por la crisis y el paro, es un barrio empobrecido. Tiene que disponer de gran parte del sueldo (o subsidio) para los gastos elementales, que han dejado de ser gratuitos (léase pagados por los impuestos) y los que no lo eran se han incrementado: hablamos de salud y, especialmente de educacion. Cada vez cuesta más caro ir a buscar trabajo a los lugares donde más y mejores sueldos hay. Cada vez cuesta más que los hijos consigan becas para poder cualificarse. Acceder a la universidad es un sacrificio que no todos pueden permitirse. Si no se puede pagar una formación no se puede salir del círculo. Aunque una formación no lo garantiza, especialmente si se proviene de ciertos barrios o institutos, que han sido acostumbrados social y culturalmente al fracaso.

¿Hacia dónde caminamos? Seguro que hemos visto las series o películas estadounidenses o inglesas en las que unos esforzados padres de clase media-alta intentan que sus hijos vayan a ciertos institutos incluso haciendo lujosas aportaciones a la escuela para que puedan entrar. Esto abre las puertas a sus hijos, posteriormente, de Harvard ó Cambridge, que sólo admiten alumnos de los más prestigiosos y caros colegios. Imaginaos las posibilidades de acceso para las familias de clase media-baja que no tienen ni para sobornar a un bedel de instituto.

El sistema educativo en nuestro país camina en la misma dirección: áreas únicas, Bolonia... los espacios educativos deberán competir por conseguir mejores resultados y, con ello, presupuestos. A la vez se está deteriorando, progresiva y cruelmente, a los colegios e institutos públicos que centralizan la formación de los sectores más excluidos, a diferencia de los privados o los llamados concertados.

¿Existen posibilidades de salir del círculo? Por supuesto, imagino que un alumno brillante que saque en todo 10 tendrá su beca para estudiar, con algún crédito bancario, en la universidad y tras pagarlo tener un buen trabajo y sueldo. Pero eso soluciona un caso entre millones. Y sabemos que no todos sacan 10 ni hay dinero de becas para todos los chicos 10 de ciertos barrios.

miércoles, 18 de abril de 2012

Qué viene la marea

por David
La manifestación del domingo, convocada por Democracia Real Ya Madrid, CAS Madrid, Matusalen y Soy Pública, entre otras, bajo el lema 'Tu salud es su negocio', fue un éxito en términos cualitativos. Quizás no tanto cuantitativamente hablando, aunque sí es verdad que ha sido un fin de semana con muchas actividades de carácter político y social, y de ahí la posible cifra aceptable, pero mejorable, de participación.

Cuando hablo de términos cualitativos, me refiero a 2 aspectos:
- La rápida respuesta en la calle a los nuevos atropellos de los Presupuesto Generales, resultando necesario mostrar nuestro rechazo ipso-facto a esta política que pretende desmantelar el sector público para hacer frente a la crisis.
- La unión de colectivos de diferentes sectores que conforman el Estado de Bienestar, veáse Sanidad y Educación en este caso. Este es el punto que más destaco, ya que considero que debe ser el punto de partida hacia la construcción de un movimiento fuerte en defensa de los Servicios Públicos. Actualmente tenemos diferentes movimientos en frentes muy concretos, como a continuación se puede apreciar:

- Marea Azul, luchando para paralizar la progresiva privatización del Canal de Isabel II. (Más info.: Plataforma contra la privatización del CYII)
- Marea Verde, luchando por una Educación Pública, que como dice su lema, de tod@s y para tod@s. (Más info.: Soy Pública)
- Marea Blanca, en defensa del Sistema Público Sanitario y en contra de la aceleración en el proceso de privatización la gestión y explotación de recursos públicos (Más info.: CAS Madrid)
- Marea Amarilla, con el objetivo común de defender el concepto de servicio público bibliotecario, bajo el lema “No al préstamo de pago en bibliotecas” (Más info.:Marea Amarilla)
- Marea Naranja, iniciada como protesta por los recortes en recursos para personas drogodependientes, acompañada por la Asamblea de Intervención Social en Lucha, y de momento, invisibilizada ante los medios, ante la ciudadanía y ante el propio sector social. (Más info.: Intervención Social en Lucha)
- Movimiento por un transporte público, de momento representado gracias al #Yonopago, movimiento que actúa contra el 'tarifazo' de Esperanza Aguirre en las estaciones de Metro más importantes de la red.


Más allá de las particularidades de cada lucha, hay elementos que deben comprometer a la defensa permanente de las reivindicaciones comunes a todos los colectivos implicados en la protección de los servicios públicos, los anteriormente mencionados, entre otros, formando una gran alianza que constituya una Plataforma por la defensa de los Servicios Públicos, la cual aglutine a aquellos movimientos sociales, políticos y sindicales que defiendan tal idea. En esta idea, el movimiento 15M puede resultar clave y presentarse como grupo vertebrador y elemento propagandístico y de generar conocimiento en la ciudadanía, las fuerzas sindicales deben posicionarme sin titubeo alguno, dada la capacidad de movilización que siguen teniendo, al  igual que los partidos políticos, para ejercer presión en la política parlamentaria.

miércoles, 11 de abril de 2012

LA CABEZA DE SAN JUAN

por Antonio.

Empeñado en hacer creer al país que la tijera es la única forma de salir de la crisis, el Gobierno aprobó el pasado 3 de Abril los Presupuestos para 2012 (por cierto, les ruego que me expliquen qué les lleva a hacerlo en el cuarto mes del mismo año). No se inmuta Rajoy al admitir que hay que dar muestras de estabilidad a los mercados y no se le ocurre otra forma más original que meter la motosierra en las prestaciones sociales de las cuentas del Estado

Porque, entenderán ustedes, que a esos mercados no les interesa un recorte en las cifras de la Casa Real, ni en coches oficiales, ni en la dotación a la Iglesia. Esos entes abstractos prefieren acabar con una de las vías de ayuda a la dependencia (de 238 millones de euros), reducir las partidas de fomento al empleo en a más de 1500 millones de euros y dejar temblando la inversión en I+D al pasar la guillotina para acabar con el 25% de su presupuesto. Ahora bien, esta última es más comprensible una vez hemos oído al ministro Wert afirmar que no es ningún drama que científicos e ingenieros españoles se vayan a hacer las Américas, las Alemanias mejor dicho. También llama la atención, entre otras muchas cosas, que los presupuestos de Educación y Sanidad juntos no consigan alcanzar al Ministerio de Defensa.

Es inevitable tener la sensación de que todo esto forma parte de un ritual ancestral, algo parecido a las danzas africanas para llamar a la lluvia. Pero en este caso para alejar los fantasmas del rescate. Rajoy ha sucumbido a los sensuales movimientos de Merkel y sus emisarios y ha entregado en bandeja de plata la cabeza de San Juan a la Unión Europea. Como buen matarife electo, efectúa el trabajo que creía tener asignado pero que nunca reconoció en campaña electoral.

No obstante, parece que los Presupuestos no han gustado o no han sido suficientes. El pasado martes la Bolsa saludaba al país con una caída del 2,96% y se colocó en los niveles de marzo de 2009. Tampoco tuvimos suerte con la prima de riesgo, que se disparó hasta los 434 puntos de diferencia con el bono alemán. Por eso, el Gobierno decidió mostrar a los dioses que está dispuesto a llegar a cualquier sitio para conseguir la ansiada estabilidad y anunció un recorte de 10.000 en sanidad y educación en una escueta nota de prensa. Eso sí, sin dar ninguna explicación, ni en el Congreso ni a la prensa.

Si las nuevas reformas siguen sin tener el reflejo positivo en los divinos mercados que el Gobierno espera quizás tengamos que probar nuevos sacrificios y ofrendas. Tal vez la próxima sea degollar un cordero o dejar de comer carne los viernes. Yo propongo otra: tiremos a una cabra desde un campanario. Ya que estamos, hagámoslo de una forma castiza.
Para más información consulta aquí el gráfico comparativo de lainformación.com sobre los presupuestos

martes, 3 de abril de 2012

Una huelga de contradicciones

 por Jorge
Pasó la Huelga General. Como un pequeño huracán que derribó casas de madera pero apenas inquietó los cimientos de las grandes construcciones. En sus plantas subterráneas, profundas como raíces, se escondían los dueños para, al día siguiente, regresar a las altas azoteas donde poder otear y controlar todo de nuevo. Desde arriba todo se ve como pequeñas masas uniformes y es fácil hacerse ideas generales. Pero no se controla a cada individuo, quizás porque no creen en su existencia o no le dan relevancia. Lo mismo ocurre cuando se mira desde la televisión. Lo mismo ocurre cuando se miran las estadísticas.

Para unos ese individuo es parte de una masa contraria a sus intereses. Para otros forma parte del bulto que, desean, les de legitimidad a la hora de negociar. El individuo como una parte dependiente de su maquinaria. El individuo como un objeto inerte e inanimado.

Sin embargo la micro-historia que conocí el ya famoso 29 de marzo desdice estas visiones. Y algunas otras más. Hablamos de reforma labora, huelga, derechos y, sobre todo, de una vida. Esa persona durmió, la noche anterior, intranquila y algo desorientada. No estaba excesivamente informada, pero la reforma laboral, lo que había leído sobre ella, ya la conocía de sobra, no por la teoría, sí por la práctica. Sabía, perfectamente, lo que es un ERE y la impunidad con que las empresas lo usan. También sabía que la empresa podía rebajarle el salario o cambiarla de destino, es decir, modificar su contrato laboral. Esta persona conocía mejor que muchos otros la reforma laboral. En su empresa así se lo hacían saber cada día. Por supuesto como sujeto informado y coaccionado, estaba en contra. También lo estaba de la anterior reforma laboral, pues sobre nuestra persona protagonista, pesaba un ERE que la hacía cobrar menos y gastar su prestación por desempleo cuando estaba llena de expectativas de trabajo y de trabajar.

Sabía que debía hacer huelga, pero como responsable única de la economía familiar, no podía hacerla. Le decían que hablara con sindicatos, pero esta persona no estaba dentro de su círculo en la empresa. Tampoco del círculo de los directivos. En realidad, muchas veces, no diferenciaba ambos círculos en su trabajo. Esta persona fue un “esquirol”. El hijo del comité de empresa no lo fue y así se lo hizo saber. Uno de los dos está en la lista de los futuros despidos que firmará el comité. La lista, de todos modos, ya estaba firmada antes de la huelga.

Ambas personas, el esquirol y el no esquirol se encontraron en las calles de Madrid el día de la huelga. El esquirol, nuestro protagonista, estaba en su segunda manifestación del día cenando un bocadillo frío del día anterior que se había preparado concienzudamente para no consumir el 29 de marzo. Realmente había preparado unos cuantos para sus amigos que habían estado haciendo de piquete desde la noche. Me dio uno de esos bocadillos ya que no pensaba usar el móvil ese día para localizar a todos sus conocidos. El no esquirol estaba saboreando una cerveza y un ración en una terraza de un céntrico bar cercano a Sol. Se los estaba sirviendo un esquirol.

Ahí perdí la pista a la protagonista de nuestra micro-historia. Eran las once de la noche. Intuyo que la volveré a encontrar otro día, en alguna otra calle de Madrid. O en alguna oficina del INEM. Cuando la vea sabré que este mismo encuentro podría haber surgido antes del día de la huelga.