lunes, 12 de marzo de 2012

El ministro utópico


por Jorge.
El pasado 22 de febrero, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, anunció en el Congreso unas medidas que pretendían aliviar a las familias que, encontrándose en el “umbral de la exclusión“ (entiéndase social), se vieran afectadas por una ejecución hipotecaria (desahucio) a cargo de una entidad bancaria. Hablaba de dación en pago, cláusulas abusivas, etc. Sin embargo había un pero: Luis de Guindos, el que fuera un alto directivo de la empresa especuladora Lehman Brothers, ahora en quiebra, advertía que todo lo anteriormente explicado eran sólo “recomendaciones” a la banca. Y continuaba con su utopía particular: narraba a los bancos una bonita historia sobre un “código de buena conducta”, como si de un hippie de los años 60 se tratara. Sí, recuerden esa famosa y tópica escena donde pacifistas introducían flores en los fusiles del ejército. Luego piensen en Vietnam. Otro apunte más arraigado en el presente: si la banca necesita un código de buenas conductas, ¿con qué conductas se está rigiendo actualmente?

Los bancos y demás entidades financieras son empresas cuyo objetivo es satisfacer la riqueza que sus accionistas y altos directivos necesitan. No creo que sea necesario volver a explicar la típica historia de: mujer conoce entidad bancaria, se enamora de ella y la dirige, de tanto amor termina poseyéndola y la hace quebrar hasta que es rescatada por el galán don dinero público. Ella, triste y desolada, se retira a meditar con una indemnización de millones de euros y algún suculento plan de pensiones donde ahogar sus penas. Aún en el desamor, las banqueras siempre ganan.

Bajo mi punto de vista, el negocio de desahuciar y embargar el futuro sueldo a la antigua familia propietaria nunca podrá ser considerado ético ni una conducta buena. Ni siquiera una conducta regular. Se podría tachar de utópico el anuncio del Ministro, pero habría que considerar dos cosas: que es una persona ingenua y que actúa de buena fe. Ambas afirmaciones, de considerarse, no podrían ir separadas.

¿Se pueden frenar los desahucios? Entiendo que sí, que basta con legislar en la materia como ocurre en otros países de esa Europa a la que sólo nos permiten parecernos en algunas cosas. Pero esto nos llevaría a pensar más a fondo sobre la cuestión: hacer de un bien de primera necesidad y de un derecho humano un negocio especulativo, ¿a dónde nos lleva? Una persona no tiene por qué estar en exclusión para ser desahuciada, son el desahucio en sí y sus consecuencias los que dejan a una persona o una familia en exclusión. Y todo por querer tener algo tan por encima de sus posibilidades como un techo bajo el que vivir.

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1 comentario:

  1. Un artículo muy acorde con el post: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/03/14/madrid/1331743227_021393.html

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