jueves, 10 de mayo de 2012

Piedras con diferente signo


por David.
Ayer, el Atlético de Madrid se alzó con la Europa League, título que ya conquistó en 2010. Después de la “paliza” que le dieron a los leones, la celebración era de esperar, como ocurre cada vez que un equipo consigue un título de gran envergadura. Hace pocos días, el Real Madrid conquistó su 32ª Liga, y las calles también se llenaron de aficionados, como anoche. 

Pero no vengo a hablar de fútbol, aunque sí sea un tema derivado de éste. En ambas celebraciones, hubo “altercados”. En la del Real Madrid, a la que asistieron cerca de 25.000 personas, se saldó con 15 personas heridas y una persona detenida, por agredir a un agente. En la del Atlético de Madrid, 52 personas fueron detenidas y un total de 37 personas resultaron heridas. Además, 12 agentes de policía resultaron heridos y una decena de vehículos policiales sufrieron daños. No trato de comparar las consecuencias de ambas celebraciones, de a ver cuál fue más “violenta”. 

Sorprende como los medios tachan de”aficionados” a los responsables de estos delitos. Quien se escuda en una bufanda o bajo una camiseta para quemar vehículos, saquear tiendas y hacer barricadas, de aficionado tiene poco. El grueso del tema reside en lo siguiente: recordarán los disturbios en la última Huelga General, que salieron en todos los medios, copando portadas de prensa y siendo titulares en los telediarios. Lo que vengo a decir es que estos disturbios fueron considerados como un problema de orden público, cuando se trataba de un conflicto político y social. 

Un Starbucks ardiendo, contenedores a modo de barricada, escaparates de El Corte Inglés destrozados, que no son causales como lo pudieron ser anoche, sino que tienen su origen, una crisis política y económica que está ahogando a la ciudadanía, por simplificar, y un sentido, dañar todo aquello que “huela” a capitalismo. Hay una frase que resume la idea: "quemar un coche es un delito punible, quemar mil coches es un acto político plausible". 

No hablo de justificar tales actos, eso me lo guardo para mí, sino de la simbología que supone. Y hago uso de una de las frases de la película V de Vendetta para finalizar: “El edificio es un símbolo, como lo es el acto de destruirlo. Los símbolos solo tienen el valor que le da la gente. Por si solo un símbolo no significa nada, pero, si se unen muchas personas volar un edificio puede cambiar el mundo.

P.D: En Navarra, después de la Huelga General del 29 de Marzo, fueron detenidas 30 personas. En Barcelona, tres estudiantes encarcelados durante más de un mes (ahora en libertad) y aún sigue en prisión (preventiva) una sindicalista, secretaría de organización de CGT en Barcelona. Veremos cuantos van a prisión por su particular manera de celebrar las victorias de sus respectivos equipos de fútbol.

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